Fundada en octubre de 1843 siendo ésta la primera organización de origen germano en el país. Los miembros fundadores provenían de Alemania, Suiza y Austria. Esta Congregación dio origen a otras comunidades en distintos puntos del país.
Desde sus mismos inicios, y en todas las circunstancias y épocas que le tocó cumplir con el ejercicio de su misión evangelizadora, la “diaconía”, como la acción resultante de la vivencia de la fe, como el servicio a Dios expresado en el acercamiento al prójimo, se manifestó como un hilo, una idea conductora hasta el presente. Los fundadores y feligreses en general y los ministros tuvieron la obsesión de responder con acciones de servicio, ayuda y apoyo, en fin, con amor a todo tipo de necesidad de las personas y la sociedad.
Fundaron la primera escuela evangélica alemana para brindar educación y trasmitir la fe a los hijos de los inmigrantes; hubo muchísimas acciones y colectas para enfrentar problemas de salud, pobreza, desgracias personales, a damnificados por catástrofes naturales como terremotos, inundaciones e incendios, tanto en el país y como en la vieja Patria; se creó un fondo de ayuda a los necesitados; un fondo de ayuda a los enfermos, que en el transcurso de los decenios culminó en la creación del Hospital Alemán en Buenos Aires; fue creado un hogar para madres y niños solos y personas mayores, que terminó siendo la Sociedad Alemana de Beneficencia; se estableció un puesto para una enfermera colaboradora parroquial y así acompañar a los enfermos; infinidad de acciones individuales de miembros y pastores realizadas en silencio y con abnegación para acompañando a personas en situaciones difíciles y de necesidad.
El objeto de la Congregación es el mantenimiento de la vida y los valores cristianos en un rol de inserción activo en el contexto social en el que interactúa. Por este motivo realiza diferentes trabajos en programas sociales como Centros de Día para niños y adolescentes en la Prov. de Buenos Aires
Ayudar a las personas necesitadas es un compromiso constante para los cristianos. La fe y la misericordia van de la mano. La palabra Diaconía proviene del griego y significa servicio, en el Nuevo Testamento la diaconía se refiere al servicio de los más vulnerables. Amor de Dios en acción.
La Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires tiene un gran compromiso con los más vulnerables desde sus inicios 1843. En el año 1909 en la localidad de Baradero fue fundado el Hogar-Escuela Germán Frers con el objetivo de brindar ayuda a chicos desamparados dándoles educación a menores con carencia de familia, con el tiempo se transformó en centro de día.
Años más tarde en el año 2002, se crea el centro de día Arcángel Gabriel, en la localidad de Polvorines, luego de una gran crisis económica, para dar respuesta a necesidades de niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad social.
El trabajo cotidiano en los centros de día apunta al desarrollo de los pilares de la resiliencia (autoconocimiento, motivación, autocontrol, autonomía, autoconfianza, actitud positiva, proactividad, compromiso) que le permita a cada individuo insertarse en la sociedad desde un lugar de protagonismo, de una manera activa, pudiendo desarrollar sus potencialidades.
De esta manera el trabajo diacónico apunta también a un cambio a nivel social, sirviendo no solo a las personas sino también a Dios a través del amor al prójimo.
El ser humano de por sí posee un potencial tan enorme que es capaz de llegar a ser aquello que ni siquiera había imaginado que podría llegar a ser.
Los centros de día son un espacio de acompañamiento y contención para niños y adolescentes entre 6 y 18 años, que han atravesado o atraviesan, situaciones de alta vulnerabilidad o problemas sociales complejos, que necesitan un acompañamiento para su fortalecimiento personal.
Los niños y adolescentes asisten a contra turno del horario escolar, cuentan con talleres y asistencia alimentaria. Las familias presentan situaciones de pobreza y socio-económicas desfavorables, con altas tasas de desempleo, trabajo informal y precario. La economía familiar muchas veces depende en gran medida de las asignaciones estatales. Esto deriva en situaciones de vulneración de derechos que perjudican el desarrollo integral y saludable de los niños, adolescentes y jóvenes. Se encuentran atravesados por problemáticas de maltrato, violencia, abuso, problemas de conducta, de aprendizaje y de adicciones, entre otros.
Fomentamos el desarrollo integral de los niños y adolescentes, brindando contención, educación y apoyo para construir un futuro más justo.
Promovemos el cuidado del medio ambiente a través de huertas comunitarias y actividades que educan sobre la sostenibilidad.
Gestionamos nuestros recursos con responsabilidad, garantizando transparencia en cada donación y acción realizada.
